LA TUMBA DEL DELATOR

El cielo se tiñe de sangre...

Hay órganos en el suelo
y nubes purpúreas en el cielo.

Se me olvida el asunto entre tantas piernas...
tantos brazos desmembrados.

Es hermoso ver florecer el dolor,
como un resplandor de luz agónica
que emerge de entre las sombras 
de la insatisfacción.

Pero entre lo hermoso 
y lo menos doloroso...
entre los ojos desorbitados
y los brazos desmembrados
...se me olvida el asunto...

Dejar de sufrir porque el sufrimiento...
 se vuelve parte del deleite
y del ensueño contemplado desde nubes purpúreas.

...Se vuelve parte de aquello que se olvida
con los ojos empañados de sal,
y con el sabor recordado de unos labios
 llenos de pus, citando un verso maldito 
desde la hediondez de la tumba de Virginia Clemm Poe.